Erase una vez un hombre llamado abú-casem que era muy avaro, con las riquezas que le había dado su amo.
Abú-Casem era un perfumista.
Un día fue a un baño y los hombres que le limpiaban precisaron un día entero para limpiarlo.
Se equivocó de zapatillas entonces le surgieron muchos programas hasta estubo dos veces en la cárcel.
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