Eran las cinco de la tarde de un día
soleado, la plaza del pueblo que antes estaba llena de vida ahora
estaba en silencio y los edificios derrumbados tras el terremoto
hacía que se pareciera a un cementerio abandonado. A lo lejos se
escuchan las voces de unos niños que vuelven a su antiguo lugar de
juegos. Las risas de los niños se van escuchando con más fuerza y
hacen que la plaza vuelva a ser alegre. Los seis amigos deciden hacer
un partido como en los viejos tiempos. Colocan el balón en el centro
del campo y comienza el partido: Óscar saca de centro para Carlos,
él se la pasa a Camilo, se dirige hacia la portería donde se la
pasa para Fran que la centra para Carlos, pero por mala suerte Carlos
tropieza con una roca y se rompe el hueso. Los niños corriendo
llaman a una ambulancia la ambulancia viene después de cinco de
dolor intenso para Carlos. La ambulancia era un tráiler amoldado
como una ambulancia con todas sus necesidades además de estar
cubierto para que cuando lloviera no se mojaran. Lo llevaron al
hospital lo encamaron en la planta número siete, y la habitación
número setecientos quince. Después de una semana de operaciones
dolorosas para Carlos los especialistas en eso le tuvieron que poner
una pierna de hierro.
Carlos se tubo que ir olvidando de jugar al fútbol porque por esa
pierna no podría jugar.
Muy bien, Jose. Es una muy buena descripción al principio. Después la has convertido en narración.
ResponderEliminarPero está bien. Ya la comentaremos en clase.